Durante los
años transcurridos desde 1956 se produce un período de estabilidad entre los
países árabes, que contrasta con la creciente inestabilidad y enfrentamientos
entre Israel y los países árabes fronterizos, que llevaron a la tercera y
cuarta guerras árabe - israelí, en el marco internacional de la guerra fría.
De todos esos
enfrentamientos y conflictos cabe destacar las actuaciones del presidente
egipcio Nasser como las claves en el desencadenamiento de la guerra. Así el 16
de Mayo de 1967 exigió la marcha de la fuerza de interposición que ONU tenía en
la zona del Sinaí desde la crisis de Suez de 1956. Asimismo interpuso un
bloqueo al puerto israelí de Eilath y prohibió la navegación de buques
israelíes por el golfo de Akaba. Pero el verdadero detonante fue el pacto de
defensa que se firmo el 30 de Mayo en El Cairo entre Egipto y Jordania, al que
pocos días después se unió Irak, completándose la defensa común que ya unía a
Egipto con Siria en caso de agresión israelí. Israel se sintió amenazado por
estas medidas árabes y decidió actuar.
Desarrollo del
conflicto.
Esta tercera
guerra se inicio el 5 de Junio de 1967, cuando Israel lanzó una ofensiva aérea
contra los aeródromos egipcios que destruyeron gran parte de su aviación. Más
tarde hicieron lo mismo con las aviaciones de Jordania, Siria e Irak. Esta
guerra demostró la gran superioridad del ejercito israelí, menos numeroso y
dotado, pero más capacitados técnica y humanamente.
La guerra se
desarrollo en 3 frentes, con Egipto al sur, con Jordania y con Siria al norte,
ya que Irak participo de forma limitada.
En el frente
sur se desarrollo la segunda campaña del Sinaí, en tres fases principales: la
destrucción de las infraestructuras fortificadas egipcias, rompiendo así la
columna vertebral del ejército egipcio en el Sinaí; la penetración en el
corazón del Sinaí; y, por último, la conquista de los pasos montañosos que unen
el Sinaí con el Canal de Suez, impidiendo así la retirada al otro lado del
ejército egipcio. En 4 días, pues, los israelíes ocuparon toda la península del
Sinaí, incluido Gaza.
La guerra con
Jordania fue inesperada para Israel, ya que al mismo tiempo que este país
iniciaba la confrontación Israel le comunicaba su intención de no atacarlo si
se abstenía de entrar en la guerra. Pero Jordania hizo valer el tratado de
defensa con Egipto del 30 de Mayo. Hubo dos escenarios de enfrentamiento: la
ciudad de Jerusalén, tomada por Israel el 8 de Junio, y la lucha por
Cisjordania, ocupada en 3 días.
El frente
norte con Siria no fue especialmente activo hasta la derrota egipcia en el
Sinaí, iniciando el 9 de Julio el ejercito israelí una ofensiva en la región
del Golán, ocupando una zona de 15 km. hasta el final del conflicto el 10 de
Julio, acordado unos días antes por ONU, y que fue efectivo el día 7 en el
frente jordano - israelí y el 8 en el egipcio.
Consecuencias:
Esta guerra
hizo cambiar radicalmente la situación estratégica de Israel, ya que por
primera vez en su historia pudo contar con profundidad estratégica para su
defensa gracias a la conquista del Sinaí, Cisjordania y los Altos del Golán.
Desde una
perspectiva política el hecho más importante es la intervención soviética, que
bloqueo todo intento de los países árabes de comenzar negociaciones con Israel,
como este país esperaba, para acabar por fin con este conflicto. La Cumbre
árabe celebrada en Jartum entre agosto y septiembre de 1967 rechazo abrir
cualquier tipo de negociación. De esta forma se preparo el terreno para futuros
enfrentamientos en la región.
Por su parte ONU
intento mediar y lograr una solución permanente para este conflicto, y el
Consejo de Seguridad adopto por unanimidad la resolución 242, destinado a
solucionar este conflicto mediante una solución negociada, pero esta resolución
todavía no ha sido aceptada por todas las partes.
Esta guerra
acelero el declive del nasserismo en un Egipto en dificultades. Por otro lado
volvió a poner en el primer plano internacional la zona de Oriente Próximo como
una de las más conflictivas del mundo, y, por último, altero el status quo de
la zona, al ocupar Israel territorios egipcios, sirios y jordanos, con lo que
casi cuadriplico su extensión. Además las organizaciones palestinas de lucha
contra Israel fueron adquiriendo autonomía respecto a los gobiernos árabes,
especialmente en torno a la OLP. Aquí cabe entroncar la situación de los
refugiados palestinos, especialmente en Jordania y en Líbano, que eran los
lugares donde se asentaban estas organizaciones terroristas, y que eran las
bases de donde partían los ataques contra Israel. Esto provoco numerosos
conflictos con estos países, siendo expulsados de Jordania en el llamado
septiembre negro de 1970, y distintos enfrentamientos con el ejército libanés
que necesitaron la mediación de Egipto y Siria para solucionarse.
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